Creer en el destino es una insensatez (como indica su morfología: des pref. priv.+ tino lex 'juicio'), que bien habría podido derivar como insensateza (y construirse con un alomorfo del sufijo -ez, –eza, como en tristeza), que parece antónimo de senzatez(a) pero tal vez esconda el prefijo in- 'interior a', con lo que dentro de la sensatez habría algo que se percibe de manera muy parecida a la tristeza, aunque todo esto sea un des(a)tino.
Porque soy como el árbol talado que retoña, aún tengo la risa...